sábado, 24 de marzo de 2012

El Juego Expresión Total del niño

El juego y la expresión corporal son dos palabras necesaria para el estudio de sus contenidos en toda su extensión, su raíz cultural y empleo a lo largo de todo proceso histórico de la humanidad, porque es con su cuerpo y jugando, que el niño aprende y desarrolla de manera voluntaria aspectos fundamentales para su desarrollo físico, mental y psíquico. En el juego el niño exterioriza: 
Placer: el niño encuentra una aventura física un estado apasionado y regocijante que le permite contemplarse anímicamente  para superar lo alcanzado hasta el momento y enfrentarse a nuevos retos.
Expresión de energía: en el desarrollo de los juegos y expresión de su corporeidad, los niños traducen en acciones  sus emociones o sentimientos desencadenados por experiencias frustrantes; aprendiendo a entender sus propios afectos y los de los demás.
Adquisición de experiencia: Mediante las actividades físicas, la corporeidad y juego. El niño logra expandir y recibir un sin número de experiencias con otros niños y adultos. Aprendiendo a comportarse en distintas situaciones, seleccionar conductas adecuadas y evaluar sus propias posibilidades.
Interacción Social: es a través del juego y su expresión corporal que el niño hace amistades, descubre los derechos ajenos y el límite de sus propios derechos; aprende a vivir en grupo e interrelacionarse.
Unificación de la personalidad: en la actividad  lúdica el niño establece una relación entre el funcionamiento de su cuerpo y su vida interior, entre los movimientos físicos, las ideas y los sentimientos, desenvolviendo de este modo la integración general de su personalidad.
Situación de Ansiedad: Como los niños viven en un mundo de restricciones  de cosas que no comprenden, y muchas veces les inspira temor, recurren a la actividad lúdica para ejercer cierto grado de control sobre situaciones que se les presentan, así recurre a la búsqueda exagerada de placer ligada al juego físico.
Comunicación: El juego permite el desarrollo del lenguaje  natural que el niño utiliza para  lo que en él está ocurriendo, y que por su propia situación anímica  quiere compartir con los demás.

Por último, el juego y la corporeidad, es un medio que propicia y garantiza grandes oportunidades  para desarrollar todas capacidades, tanto físicas como intelectuales; a la vez que favorece en el niño la libertad y creatividad conjugadas para superar las condiciones del medio y producir algo nuevo con ellas.